Todos hemos visto escenas de batallas en el cine, como la de la mítica película Braveheart.
La fuerza enemiga se está echando encima.
Y en lugar de salir a la batalla...
El jefe les grita:
Esperar.
Esperar.
Esperar.
Y cuando ya están casi encima...
Por fín...el ansiado ¡AHORA!
En las reuniones de 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿𝘆 y en 𝗽𝗿𝗼𝘀𝗽𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 no sabemos esperar.
Estamos demasiado ansiosos por hablar.
Y contar nuestro rollo.
Por que yo, por que nosotros, por que nuestra solución...
bla bla bla
bla bla bla
bla bla bla
bla bla bla
Lo llamo el 𝘆𝗼𝗶𝘀𝗺𝗼.
Y el cliente flipando, aguantando el bostezo.
O peor:
Cuando le hacemos al cliente una pregunta y antes de que conteste casi,
otra vez saltamos con nuestro...
bla bla bla
bla bla bla
𝘆𝗼𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗮 𝘁𝗼𝗽𝗲.
En la reunión de discovery:
En cuanto el cliente se abre y nos da una pista...
¿Profundizamos?
¿Seguimos indagando?
Noooooooooooooooooooooooooooooo!!
Más bien pensamos:
Toma ya!!! Ya sé por donde argumentar y otra vez...
bla bla bla
bla bla bla
bla bla bla
¡Quietos parados!
No tengas prisa.
Espera.
Rompe esa mala costumbre.
Indaga.
Muestra 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲́𝘀, pero del de verdad.
Puedes hacer breves comentarios, tampoco se trata de interrogar, pero sigue profundizando, haz más y mejores preguntas
Genera 𝗖-𝗢-𝗡-𝗩-𝗘-𝗥-𝗦-𝗔-𝗖-𝗜-Ó-𝗡
Que tu cliente se sienta cómodo, atendido y escuchado.
Conversar es un fluir, una especia de danza, un ir y venir.
Y sí, en cierto momento, cuando tengas contexto, cuando hayas 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗥𝗘𝗡𝗗𝗜𝗗𝗢 la situación y los 𝗽𝗮𝗶𝗻𝘀, entonces...
¡AHORA! a por todo, argumenta y sorprende.
No seas torpe, no pierdas la batalla por tus prisas.
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