En los CRM se acumula mucha basura.
La mayoría de estos residuos es el resultado de una forma de pensar, en el mundo comercial.
Un enfoque sobre nuestros contactos que denominamos: “por si las moscas, lo guardo …porque “nunca se sabe”. 😁.
¿No se sabe el qué?
¿Qué todo hay que guardarlo porque a lo mejor nos comprarán algún día?
Fíjate en esto.
👉 La única responsabilidad de un vendedor es tener muy claro cuatro variables:
# 1. Oportunidades abiertas, bien cualificadas, que entran en el ciclo de venta, con probabilidad asignada.
# 2. El ticket o volumen medio del pedido que asignamos a la oportunidad.
# 3. El tiempo que durará nuestro ciclo de venta.
# 4. El porcentaje de éxito que asignamos.
Para esto, y un poco más, nos sirve a los vendedores un CRM.
👉 Y ya está. Es lo esencial que tenemos que controlar para tener éxito en ventas. ¿Cierto?
El resto, el cuidar de los “potenciales clientes que algún día comprarán”, es responsabilidad de Marketing.
Para muchos vendedores un CRM es como una cápsula del tiempo llena de "tal vez."
"Tal vez algún día", uno de esos contactos olvidados nos haga ese pedido por el que tanto peleamos en el pasado que pasado está.
Y soñar en el "tal vez" está bien, pero no es responsabilidad de ventas y sí de marketing.
Y si, en tu empresa, tienes que hacerlo todo (vender y nutrir)..., pues más vale que te pongas dos gorros diferentes: el de vendedor y el de marketer.
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