Muy pocas conversaciones consisten en una sola pregunta.
Si quieres recabar información en situaciones delicadas:
* haz primero la pregunta más difícil. Las preguntas posteriores le parecerán a tu interlocutor más inofensivas y aumentará la probabilidad de que su interlocutor responda con sinceridad.
Si quieres establecer una relación con la otra persona:
* utiliza un embudo de preguntas, empieza con preguntas generales y luego ve haciéndolas más confidenciales o específicas.
Si quieres generar nuevas ideas:
* empieza por plantearte preguntas sobre el statu quo ("por qué"), luego desarrolla opciones de solución ("qué pasaría si") y, por último, estudia la aplicación ("cómo").
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Además, asegúrate de cambiar las categorías, los tipos y las formulaciones de las preguntas.
Tu interlocutor se cansará si sólo recibe preguntas cerradas o se ve constantemente confrontado a una pregunta de "por qué".
Haz tus preguntas como si fuera una deliciosa comida de tres platos:
1. Tus primeras preguntas sirven para empezar y estimulan el apetito de conversación.
2. A continuación viene el plato fuerte con varias preguntas principales.
3. El postre se compone de preguntas cortas y autorizadas.Enter your text here...
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