Tres Objeciones que Nunca Podrás Resolver

Las 3 objeciones que nunca podrás resolver son las siguientes:

# 𝗟𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼

Por ejemplo, si no crees en tu producto o servicio, en cuanto tu cliente cuestione algún aspecto de él, caerás de forma estrepitosa.

Tu primer objetivo es, por tanto, eliminar todas las dudas sobre tu producto/servicio,  sondear y resolver todas las objeciones, incluso las más molestas.

Esto no significa que tengas que pretender vender sólo productos perfectos que, por otra parte, no existen, pero si no encuentras las razones adecuadas para apoyar lo que vendes, entonces es mejor para ti y tu empresa cambiar de sector o de producto.

# 𝗟𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗯𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼

Cuando escuchas a tu cliente decir que tiene que "pensar o preguntar" y no haces nada por entender en qué tiene que pensar o a quién tiene que preguntar, probablemente no has entendido nada de la venta o no has empezado a vender de verdad.

Del mismo modo, si a la primera objeción tangible, dejas caer el bolígrafo sin hacer nada, el problema es el mismo. Al final, si no llegas al fondo del problema, es decir, a la verdadera objeción, nunca te considerarás un verdadero vendedor porque siempre te detendrás ante la primera "no objeción" o la primera disculpa del cliente.

# 𝗟𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲

Es obvio que si no estás preparado, cualquier objeción, incluso la más estúpida, se vuelve insuperable.

La preparación es la base de la profesionalidad y en las objeciones hay que esforzarse casi el doble porque hay que superar un estado de incomodidad en el que se puede caer, si no se está preparado.