Tu capacidad para negociar de forma eficaz en tu propio interés es fundamental para tu éxito.
Negociar y llegar a acuerdos son aspectos fundamentales de la vida, la comunicación y la interacción con los demás.
Se empieza a negociar en la infancia y se sigue negociando hasta el momento presente.
Nunca se para. La vida puede verse como una larga sesión de negociación desde la cuna hasta la tumba.
Negociar no es más que la manera en que, personas con valores e intereses diferentes, encuentran formas constructivas de vivir y trabajar juntas en armonía.
Tu capacidad para negociar, en tu propio beneficio, determina en gran medida lo bien que te va en casi todos los ámbitos de tu vida.
La negociación y el regateo han existido desde el principio de la sociedad humana.
Es la forma de equilibrar deseos contrapuestos y enfrentados para garantizar que cada persona consiga el mejor resultado posible para sí misma.
La negociación se basa en la teoría subjetiva del valor, según la cual el valor está en los ojos del que mira.
No existe un valor o precio intrínseco para nada, solo el precio que alguien está dispuesto a pagar por ello.
Esta teoría también dice que cada persona da un valor diferente a cosas diferentes en momentos diferentes y por razones diferentes.
Algunos valorarán más el dinero que los bienes y servicios, mientras que otros valorarán más los bienes y servicios que el dinero.
Estas valoraciones subjetivas crean el deseo de intercambiar bienes, servicios y dinero en primer lugar.
No hay precio fijo
Esto nos lleva al primer principio básico para negociar con éxito: todo es negociable.
Hay muy pocos precios o condiciones fijas en cualquier cosa que quieras comprar, aunque estén escritos con las letras más negritas.
La persona media que va a comprar cualquier artículo tiende naturalmente a creer que si un precio está escrito, debe estar fijado de alguna manera.
Sin embargo, todos los precios son subjetivos.
Son la mejor estimación de lo que soportará el mercado en un momento determinado.
En muchos casos, los precios escritos ni siquiera están pensados para ser tomados en serio; simplemente se ponen ahí como punto de partida para el regateo.
Negociar para conseguir el mejor precio o el mejor acuerdo forma parte del juego de la vida.
Siempre que lo veas como un juego, puedes evitar ponerte tenso o nervioso en una situación de negociación.
Simplemente sonríe, entra y juega.
La clave para negociar y conseguir mejores precios y condiciones es simplemente preguntar.
Puedes preguntar educadamente, puedes preguntar inocentemente.
Puedes preguntar con curiosidad, pero asegúrate de preguntar.
Pregunta por qué el precio es tan alto.
Pide mejores condiciones.
Pide más por el mismo precio.
Pide una oferta mejor o un precio más bajo.
Dado que todos los precios son fijados arbitrariamente por alguien en la trastienda o en la oficina central, todos los precios están sujetos a negociación de alguna manera y sobre alguna base.
Desarrolla la actitud de que todos los precios son negociables y busca continuamente oportunidades para mejorar cada acuerdo a tu favor.
Una de las formas más rápidas de alcanzar el éxito financiero es pagar menos por las cosas que se compran y obtener más por las que se venden.
La razón principal por la que la gente no es mejor negociadora es el miedo al rechazo.
Estamos condicionados desde la infancia a ser sensibles a la aceptación y aprobación de otras personas.
Si creemos que pedir un precio mejor puede hacer que la otra persona se enfade o exprese su desaprobación hacia nosotros, a menudo aceptamos pasivamente el precio escrito y acabamos pagando mucho más de lo necesario.
No dejes que el rechazo te frene
La clave para superar el miedo al rechazo es enfrentarse a él practicando una y otra vez.
Adquiere el hábito de considerar cada intercambio como una negociación, y limítate a practicar.
Es increíble lo flexible que puede llegar a ser una empresa cuando tiene la opción de obtener un pequeño beneficio o ninguno.
Las señas de identidad de un buen negociador
👉 Es una persona que busca continuamente formas creativas de mover los términos del precio o la situación a su favor.
👉 Los negociadores de éxito ven la negociación como un proceso que dura toda la vida, una parte continua e interminable de la interacción y el intercambio con otras personas.
👉 Ven que se negocia en todas partes, desde que se levantan por la mañana y negocian con la familia por el baño o la cocina o el resto del día mientras trabajan con otras personas.
👉 Los negociadores con éxito ven el regateo, las venta y el compromiso en todas las interacciones e intercambios humanos.
👉 Los negociadores de éxito son abiertos, adaptables y creativos.
Están dispuestos a considerar todo tipo de opciones y posibilidades al abordar una situación de negociación.
👉 Los negociadores de éxito consideran la negociación como un proceso que dura toda la vida.
👉 Los negociadores de éxito evitan adoptar posturas fijas o atrincherarse con exigencias no negociables.
👉 Son fluidos y flexibles.
Identifican rápidamente los objetivos mutuos y buscan áreas de compromiso desde el principio para que las negociaciones empiecen sin problemas.
Son más cooperativos que competitivos.
👉 Los negociadores con más éxito buscan sin descanso soluciones colaborativas a los problemas, buscando formas de llegar a acuerdos que sean beneficiosos para ambas partes.
Buscan continuamente formas nuevas, más fáciles, innovadoras e inusuales de ayudar a ambas partes a conseguir lo que quieren.
👉 Por último, los negociadores de éxito son honestos, directos y no manipuladores.
Hacen hincapié en el valor de la relación y en la importancia de las buenas relaciones entre las dos partes, tanto durante como después de las negociaciones.
Finalidad de la negociación
1. En primer lugar, el objetivo de la negociación es llegar a un acuerdo que satisfaga las necesidades de todas las partes.
Esto significa que nadie sale de la negociación con la sensación de haber sufrido o de que se han aprovechado de él de alguna manera.
El acuerdo satisface todas las necesidades críticas de ambas partes.
2. En segundo lugar, el propósito de la negociación es llegar a un acuerdo tal que todas las partes estén internamente motivadas para cumplir sus compromisos.
Es decir, que ambas partes se comprometan firmemente a llevar a cabo lo que han acordado hacer.
Si la negociación ha concluido con soluciones aceptables para las necesidades de ambas partes, éstas estarán deseosas de cumplir sus compromisos para beneficiarse de los frutos de la negociación.
3. Por último, el objetivo de la negociación es llegar a un acuerdo de forma que ambas partes entablen negociaciones y transacciones posteriores con la misma parte en el futuro.
Si has negociado con éxito, habrás sentado las bases para futuras negociaciones exitosas, que pueden prolongarse durante muchos años.
De hecho, los empresarios y negociadores con más éxito han construido sus carreras y fortunas sobre una red de relaciones comerciales en las que se ha negociado una y otra vez a lo largo de su carrera.
Un buen negociador piensa en la tercera y la cuarta negociación con la otra parte mientras... aún participa en la primera.
Esta actitud crea en ambas partes el deseo de llegar a acuerdos con los que ambas puedan convivir feliz y cómodamente a largo plazo.
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